Cambiar de combustible para luchar contra el cambio climático - Carbon Credit Capital

Cambiar de combustible para luchar contra el cambio climático – Capital de créditos de carbono

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A medida que las temperaturas globales persisten en alcanzar nuevos máximos preocupantes, los gobiernos nacionales, las corporaciones multinacionales, las pequeñas empresas y los individuos están explorando urgentemente formas de reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los riesgos del cambio climático. Un método cada vez más popular e impactante que está ganando terreno significativo es el uso de créditos de carbono para proporcionar poderosos incentivos financieros para que las empresas y los consumidores reduzcan las emisiones y apoyen el rápido desarrollo de fuentes de energía renovables.

Esta publicación informativa es la cuarta entrega de nuestra aclamada nueva serie basada en el prestigioso trabajo de nuestra organización. Informe anual 2023 sobre cambio climático y mercados de carbono.

Las publicaciones anteriores de esta esclarecedora serie hasta ahora han sido:

En esta publicación, analizaremos más de cerca varias fuentes y estrategias de energía, enfatizando la importancia de diversas soluciones como el cambio de combustible, las energías renovables, la energía nuclear y la captura de carbono para combatir el cambio climático y lograr un futuro energético sostenible.

La teoría de la cuña: un enfoque de cartera para la reducción de emisiones

Los expertos en clima proponen un marco de “teoría de cuña” para conceptualizar la cartera de soluciones necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y estabilizar el clima. Este enfoque requiere implementar diversas tecnologías y estrategias, cada una de las cuales proporcione una “cuña” de emisiones evitadas que se sumen a las reducciones totales necesarias. La teoría original pedía 7 cuñas, pero las emisiones han seguido aumentando, por lo que ahora se necesitan 9. Las cuñas incluyen las energías renovables, la energía nuclear, el cambio de combustible, la eficiencia energética, los bosques y suelos, y la captura y almacenamiento de carbono.

Comprender el cambio de combustible

El cambio de combustible implica reemplazar combustibles con alto contenido de carbono, como el carbón y el petróleo, por otros con menor contenido de carbono, como el gas natural. Por ejemplo, cambiar del carbón al gas puede reducir las emisiones de las centrales eléctricas en un 60% por kilovatio-hora.

  • Carbón: 25 toneladas métricas de carbono por terajulio
  • Petróleo: 20 toneladas métricas de carbono por terajulio
  • Gas natural: 14 toneladas métricas de carbono por terajulio

Por lo tanto, el cambio al gas proporciona un “puente” hacia los sistemas energéticos sin emisiones de carbono. El auge del gas de esquisto propiciado por la fracturación hidráulica aceleró esta tendencia en Estados Unidos. Sin embargo, no se pueden ignorar los impactos ambientales de técnicas como el fracking.

Energía nuclear: ¿una fuente renovable?

La energía nuclear, a menudo aclamada como una fuente de energía limpia, se deriva del proceso de división de átomos de uranio mediante fisión. Este proceso de fisión calienta agua para producir vapor, que a su vez hace girar turbinas y, en última instancia, genera electricidad. Todo el procedimiento no emite gases de efecto invernadero, lo que lo convierte en una opción atractiva en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, la cuestión de si la energía nuclear puede clasificarse como “renovable” sigue siendo un tema de controversia entre expertos y ambientalistas. Si bien ofrece una alternativa más sostenible a los combustibles fósiles, las preocupaciones sobre los desechos radiactivos, la naturaleza finita de los recursos de uranio y los posibles riesgos para la seguridad hacen que su categorización como fuente de energía renovable sea discutible.

Aprovechamiento de fuentes inagotables: el papel de las energías renovables

La energía renovable derivada de fuentes naturales inagotables como la luz solar, el viento y el agua ofrece un inmenso potencial con pocas o ninguna emisión de GEI. El crecimiento de las energías renovables es crucial para la mitigación del cambio climático.

Energía solar: tecnologías en constante mejora

La energía solar, piedra angular de las fuentes de energía renovables, aprovecha la abundante energía irradiada por el sol. Esto se logra principalmente a través de dos tecnologías: la fotovoltaica (PV) y las plantas solares de concentración. Las células fotovoltaicas, comúnmente conocidas como paneles solares, están diseñadas para convertir directamente la luz solar en electricidad. Logran esta transformación utilizando materiales semiconductores especialmente diseñados que capturan fotones e inician una corriente eléctrica. Una de las características más destacadas de los sistemas solares fotovoltaicos es su adaptabilidad. Se pueden instalar a gran escala con fines de servicios públicos, suministrando energía a comunidades enteras o incluso ciudades. Alternativamente, se pueden instalar en configuraciones distribuidas más pequeñas, como en los tejados de casas individuales, lo que permite a los propietarios generar su propia electricidad e incluso devolver el exceso de energía a la red. A medida que la tecnología continúa avanzando, la eficiencia y las aplicaciones de la energía solar seguramente se expandirán, convirtiéndola en una parte aún más integral de nuestro panorama energético.

 

Energía geotérmica: aprovechando el calor de la Tierra

La energía geotérmica es una forma notable de energía que aprovecha la energía térmica innata de la Tierra almacenada debajo de su corteza. Esta energía se origina a partir de la desintegración radiactiva de materiales en las profundidades del planeta y del calor original de la formación de la Tierra. En regiones con temperaturas subsuperficiales pronunciadas, a menudo marcadas por actividad volcánica o tectónica, el potencial para generar electricidad geotérmica es especialmente alto. El proceso típico implica acceder a depósitos de agua caliente ubicados debajo de la superficie. Esta agua, cuando se bombea a través de pozos especializados, se transforma en vapor debido a la diferencia de presión. Este vapor luego impulsa turbinas generadoras, convirtiendo el calor de la Tierra en electricidad utilizable. Como fuente de energía sostenible y respetuosa con el medio ambiente, la energía geotérmica ofrece una alternativa consistente y confiable a los métodos de generación de energía más convencionales.

Hidroeléctrica y eólica: aprovechamiento de los recursos fluidos

La energía hidroeléctrica convierte la energía cinética del agua que fluye en electricidad mediante turbinas generadoras. Presas con embalses
ofrecen electricidad hidroeléctrica confiable a gran escala, mientras que los sistemas de pasada tienen un impacto menor.

La energía eólica aprovecha la energía cinética del viento, haciendo girar nuevamente las turbinas para producir energía. Los parques eólicos terrestres y marinos se están expandiendo rápidamente a medida que los costos caen en picado.

Pero la energía hidroeléctrica y la eólica enfrentan desafíos en cuanto a limitaciones de ubicación, necesidades de transmisión e intermitencia. Aún así, son piezas vitales y crecientes del rompecabezas de las energías renovables.

Bioenergía: Aprovechamiento de los sumideros de carbono naturales

La bioenergía se destaca como una forma única de energía renovable porque aprovecha la energía química almacenada naturalmente en los materiales orgánicos. Esta energía se deriva tanto de organismos vivos, como plantas y animales, como de aquellos que han muerto recientemente. Una amplia gama de fuentes, incluida la biomasa forestal, los residuos de actividades agrícolas y ganaderas, así como diversos flujos de desechos, pueden convertirse en electricidad renovable, combustibles para el transporte y calor para hogares e industrias.

Sin embargo, es esencial abordar la bioenergía con ojo perspicaz. Si bien tiene un gran potencial, no todas las formas de bioenergía son beneficiosas para el medio ambiente. Por ejemplo, la tala de vastas extensiones de bosques para cultivar cultivos energéticos puede provocar importantes emisiones de carbono y alterar ecosistemas delicados. Esto no sólo anula los beneficios del carbono sino que también plantea amenazas a la biodiversidad. En cuanto a los aspectos positivos, la bioenergía puede obtenerse a partir de biomasa residual o cultivarse en tierras que no son aptas para otros fines agrícolas. Esto no sólo proporciona una solución sostenible, sino que también tiene un impacto positivo en el clima. Estas prácticas garantizan que se minimicen las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que convierte a la bioenergía en una alternativa energética viable y respetuosa con el medio ambiente.

Conversión de residuos en energía: captura de gas de vertedero

Los proyectos de gas de vertedero (LFG) previenen las emisiones de metano de los vertederos capturando metano para quemarlo o utilizarlo como energía. El metano es un potente gas de efecto invernadero, por lo que convertirlo en CO2 mediante combustión proporciona beneficios climáticos inmediatos. Los proyectos de biogás también reducen la contaminación del aire local.
El GRS capturado se puede utilizar en el sitio para generar electricidad, calefacción o incluso combustible para vehículos. Estos proyectos brindan beneficios ambientales y socioeconómicos a las comunidades cercanas a los vertederos.

Secuestro de carbono: almacenamiento de emisiones

La captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) tiene como objetivo equilibrar el uso continuo de combustibles fósiles con un almacenamiento de carbono equivalente en otros lugares. CCUS elimina CO2 de grandes fuentes puntuales, como plantas de energía, o extrae directamente CO2 del aire ambiente. Luego, el carbono se almacena mediante inyección en formaciones geológicas, antiguos yacimientos de petróleo y gas, o conversión química en sólidos estables.
Si bien es tecnológicamente factible, CCUS todavía enfrenta desafíos para ampliar la infraestructura, garantizar el almacenamiento permanente y reducir los costos. Se necesita más inversión para convertir CCUS en una cuña viable.

El esfuerzo total necesario

Para doblar la curva de emisiones globales hacia abajo se requieren medidas urgentes en toda la economía y en todos los sectores. Aprovechar de manera inteligente el cambio de combustible, la energía nuclear, las energías renovables, la bioenergía y, eventualmente, el almacenamiento de carbono proporciona caminos hacia un futuro neutral en carbono. Pero el tiempo corre. Activar con éxito estas brechas climáticas exige políticas, asociaciones y financiación a gran escala. Nuestro futuro depende de estar a la altura de este gran desafío.

Para obtener más información sobre el papel que desempeña el cambio de combustible en la lucha contra el cambio climático contáctenos para el informe completo

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Foto por Jason blackeye on Unsplash

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