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Paribus. Confía menos.

Hace un mes, Jerome Powell, jefe de la Reserva Federal de EE. UU., anunció que el sistema bancario era sólido y robusto a pesar del colapso de varios bancos grandes. Después de subir las tasas un 0.25% más, dijo: “Estamos comprometidos a aprender las lecciones de este episodio y a trabajar para evitar que eventos como este vuelvan a suceder”.

Mientras nos preparamos para otra posible subida de tipos del 0.25 % el 3 de mayo, otro banco importante de EE. UU., First Republic Bank, colapsó. Su colapso es parte de una tendencia más amplia de consolidación dentro del sistema bancario, que está siendo pagado por el público.

Por ejemplo, esta semana, HSBC anunció que obtuvo una ganancia de $ 1.5 mil millones cuando compró las operaciones del Reino Unido de Silicon Valley Bank (SVB) por £ 1. Los contribuyentes del Reino Unido cubrieron las pérdidas involucradas en el acuerdo, mientras que HSBC se benefició.

Una situación similar ocurre en todos los ámbitos, con los bancos más grandes absorbiendo a los más pequeños en dificultades. Los gobiernos negocian los tratos, asumen las pérdidas y los grandes bancos crecen. Esta situación conduce a una sobrecentralización del control dentro del sector bancario, lo que inevitablemente conduce a mayores costos y menos opciones para los consumidores.

El público cada vez confía menos en los políticos y reguladores que les aseguran que todo está bien, mientras que la realidad demuestra lo contrario. Esta situación recuerda cuando Powell afirmó en 2021 que la inflación era "transitoria" mientras continuaba aumentando la impresión de dinero. Avance rápido hasta hoy, y la inflación es 'pegajosa'.

A medida que las personas pierden la confianza en las instituciones y tienen menos opciones y libertad para acceder a los servicios financieros esenciales, nunca ha habido un momento más apropiado para que las finanzas descentralizadas (DeFi) dejen su huella. La característica clave de DeFi es la falta de confianza, lo que significa que el sistema no requiere que los usuarios confíen en ninguna autoridad central o intermediario para operar. En cambio, la confianza está integrada en sus protocolos.

Los protocolos sin confianza son una característica esencial de DeFi porque permiten a los usuarios interactuar con el sistema sin confiar en ninguna autoridad centralizada externa. Esto se logra utilizando técnicas criptográficas para garantizar que todas las transacciones sean seguras.

Otro beneficio de DeFi es que permite una mayor transparencia y responsabilidad. Debido a que las transacciones se registran en una cadena de bloques pública, los usuarios pueden ver exactamente cómo se utilizan sus activos y responsabilizar al sistema si algo sale mal. Esto contrasta con las finanzas tradicionales (TradFi), donde las transacciones suelen ser opacas y difíciles de rastrear.

Los protocolos sin confianza también permiten una mayor accesibilidad. Dado que ninguna autoridad centralizada ni intermediarios controlan el sistema, cualquier persona con conexión a Internet puede participar en DeFi. Esto contrasta con TradFi, donde muchos servicios financieros solo están disponibles para inversores acreditados o aquellos con grandes cantidades de capital.

Los reguladores usan continuamente este punto para sugerir que las criptomonedas son una puerta de entrada al lavado de dinero por parte de organizaciones criminales. Sin embargo, la opacidad de TradFi a menudo beneficia a los lavadores de dinero mucho más que la transparencia de las cadenas de bloques, razón por la cual los bancos son procesados ​​​​de manera rutinaria por no evitarlo.

Uno de los aspectos más emocionantes de la falta de confianza es el potencial de la gobernanza descentralizada. La gobernanza descentralizada permite a los usuarios decidir cómo debe funcionar el sistema de forma colectiva. Esto se logra a través de organizaciones autónomas descentralizadas (DAO), que se rigen por contratos inteligentes en lugar de gerentes humanos.

Los DAO permiten un proceso de toma de decisiones más democrático y transparente, lo que puede conducir a resultados más equitativos para todos los usuarios. Veremos esto con más detalle en un artículo posterior.

Si bien existen riesgos asociados con el uso de los protocolos DeFi, los beneficios potenciales son significativos. El concepto de que se puede tener un entorno libre de riesgos en las finanzas es inexistente. Tomemos, por ejemplo, la rama británica de SVB. Aunque millones de personas en el Reino Unido no tenían dinero depositado allí, tienen que cubrir las pérdidas del trato a través de sus pagos de impuestos.

A medida que crece la conciencia de los beneficios del uso de DeFi y aumenta la adopción, podemos esperar ver aún más innovación en el espacio. Los protocolos sin confianza tienen el potencial de revolucionar la forma en que pensamos sobre las finanzas y podrían allanar el camino para un sistema financiero más equitativo y accesible.

Sin DeFi, nos enfrentamos a un futuro de creciente centralización y control gubernamental de nuestras finanzas. Si los errores constantes de los reguladores y los políticos no le preocupan ahora, seguramente lo harán cuando tengan aún más control sobre sus finanzas.

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