Medicina antigua revivida: el auge de las cremas y ungüentos de marihuana

Medicina antigua revivida: el auge de las cremas y ungüentos de marihuana

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La marihuana es una planta que se cultiva desde hace más de 4000 años. Los primeros consumidores y cultivadores fueron en su mayoría tribus indígenas, y su uso está asociado a aspectos medicinales, culturales y espirituales. Esta sabiduría ancestral y cultural se ha transmitido de generación en generación y el conocimiento se ha compartido en diversas comunidades durante muchos años. Sin embargo, la prohibición y los desafíos legales han limitado la difusión de este conocimiento y, en algunos casos, lo han convertido en una actividad ilegal.

En la década de 1960, la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes clasificó la marihuana en el mismo nivel de peligrosidad que la heroína. Sin embargo, en 2019, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la ONU reconoció los beneficios médicos y terapéuticos de los derivados de la marihuana, y 27 países votaron para eliminarla de la lista, donde había estado junto a opioides altamente adictivos y mortales. Esto tiene implicaciones importantes para el gobierno colombiano, ya que podría perder la oportunidad de participar en un lucrativo mercado legal estimado en $146 mil millones para 2025, además de reducir el contrabando y el microtráfico causado por su ilegalidad.

En los últimos años, las ventas de productos ancestrales a base de coca y marihuana en mercados y galerías locales han aumentado significativamente debido a su eficacia. Sin embargo, estas ventas siguen siendo relativamente discretas en comparación con otros mercados.

En los mercados de Colombia es común encontrar puestos que venden abiertamente estos productos, como cremas de marihuana y ungüentos con menta, gotas para heridas o incluso pastas de dientes hechas con marihuana. También existen pastillas y líquidos a base de esta planta con fines medicinales y espirituales, ya que las malas energías también se consideran causantes de enfermedades.

Nancy Fernández, vendedora ambulante del sector, explica que la venta de estos productos es común en las plazas de mercado: “En cualquier mercado colombiano respetable encontrarás un puesto que vende el típico ungüento caliente, muy solicitado para aliviar rápidamente los calambres y el dolor. Mucha gente lo compra sin miedo, a pesar de que estos productos no son legales”.

Nancy señala que los consumidores confían en la eficacia y calidad de estos productos. A pesar de su ilegalidad, no ha tenido ningún problema con las autoridades y los productos se exponen abiertamente en su puesto. Los clientes suelen tener preferencias por marca y tipo, ya que algunos productos se elaboran con mentol y marihuana, otros con coca, menta y marihuana, y otros con marihuana, hierbabuena y menta. todo con fines medicinales.

Muchos de los productos que se venden en estas plazas son importados, como señala Víctor Rentería, comerciante que abastece de productos a pequeñas tiendas: “La mayoría de las cremas y ungüentos que vendo al por mayor provienen del exterior, mayoritariamente de Perú, Bolivia o Ecuador, donde se comercializan libremente estos productos a base de marihuana. Nosotros, que podríamos producirlos localmente, no tenemos los permisos necesarios”, afirma.

Eficacia en diversos productos ecológicos.

Es destacable la eficacia de varios productos elaborados con esta planta. Aunque la pomada de marihuana es más conocida comercialmente, existen otros productos que son igualmente efectivos. Nancy explica: “Además del ungüento caliente, existen otros productos elaborados con marihuana, como gotas que se utilizan para tratar heridas e infecciones de la piel. También existen cremas a base de coca y marihuana para las alergias cutáneas, todas con importantes beneficios y acción inmediata”.

El creciente uso de estos productos ha fortalecido la cultura cannábica en el país. Su eficacia ha permitido la creación de medicamentos para combatir enfermedades causadas por males espirituales, pues muchas culturas indígenas creen que las enfermedades también pueden ser resultado de malas energías. Víctor Rentería afirma que estos padecimientos se pueden curar con remedios espirituales elaborados con ingredientes a base de marihuana. “Además de comercializar cremas y ungüentos de marihuana, también vendo agua hecha con hierbas y marihuana. Estos se utilizan para eliminar la energía oscura que está afectando a una persona, causándole dolor, mala suerte o esclavitud. Estas aguas se solicitan con receta del curandero o monje quien expulsará la energía”. concluye el comerciante.

En América Latina, varios países han legalizado la marihuana para uso medicinal, entre ellos Argentina, Chile, Colombia, México y Perú. Pese a esto, Colombia enfrenta desafíos en su industria, ya que no existe una producción local significativa y no se han desarrollado medicamentos basados ​​en el cannabis colombiano. Sin embargo, existe un creciente debate político para permitir la producción y comercialización del cannabis colombiano de manera libre, permitiendo su plena legalización recreativa y medicinal.

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